Auto percibir, reconocer y describir con la mayor sencillez los estados emocionales, en todas las etapas de la vida, resulta imprescindible para aprender a identificar las emociones y poder decir lo que sentimos de una manera asertiva. Los diferentes estados afectivos y emocionales que experimentamos nos ayudan, o a veces impiden, a adaptarnos a diferentes entornos y situaciones.
Ayudar a nuestros hijos, jóvenes y adolescentes a identificar sus estados emocionales, les proveerá herramientas para establecer las bases del desarrollo de la inteligencia emocional y la autopercepción.
Mediante el uso de diccionarios, fichas, tarjetas o emoticones, para niños que aún no saben leer, podemos ejemplificar y reconocer emociones como la frustración, la ira, el enojo, la alegría, la tristeza o simplemente la gratitud de nuestros sentimientos y emociones, como herramienta pedagógica para desarrollar la inteligencia emocional, de una manera divertida. Fomentar la correcta expresión de los sentimientos, desde el respeto y los derechos individuales, les ayudará a acercarse y comunicarse mejor con las personas de manera responsable.
