EL ritmo de vida actual, entre tantas ocupaciones muchas veces no nos deja tiempo para realizar otras actividades, casi de repente nos damos cuenta de que algún producto de nuestra despensa se ha terminado, y muchas veces planificar un horario del día para ir al supermercado resulta casi imposible.
Cuando vamos al supermercado, la clave es comprar con inteligencia.
1. Haga una lista previa de sus necesidades, esto le hará ahorrar tiempo y permitirá tener una amplia variedad de ingredientes a mano; lo más recomendado es hacer una lista de compras, incluso esto le ayudará a ahorrar dinero, ya que podrá comprar solo los productos que precisa para la semana en lugar de elegir otros al azar. Tenga siempre un anotador en la cocina para escribir los elementos que desea comprar o los que necesita reponer a medida que empiecen a escasear.
2. Verduras al instante, en especial las variedades baby, se venden listas para cocinar, es decir lavadas, limpias y peladas. Los choclos baby, las arvejas y las chauchas finas se pueden combinar con brócoli cortado, flores de coliflor y bastones de zanahoria. La espinaca de hoja baby, lavada para ensaladas, y la espinaca común para cocinar, son una ventaja para quienes no cuentan con mucho tiempo, igual que los paquetes de verduras mixtas para preparar salteados. Los vegetales congelados conservan sus nutrientes y son perfectos para una comida rápida. Procure combinar los colores de las verduras para una comida atractiva y con máximo valor nutricional, será un “toque especial“ para su mesa.
3. Pastas y arroz, de gran utilidad en la alacena; las pastas secas se cocinan rápido, pero las frescas más aún, aunque deben conservarse en la heladera o en el freezer (se pueden cocinar congeladas). Existen muchas variedades, incluso pastas rellenas. Para una lasaña rápida, opte por la que no requiera cocción previa. Los ñoquis son otra buena alternativa, se pueden guardar en heladera o el freezer y usar congelados. En cuanto al arroz, existe una amplia gama, aunque el de grano largo o basmati y el arroz risotto deben ser considerados.
4. Productos lácteos básicos, el queso es un alimento útil y versátil para preparar desde colaciones hasta almuerzos y cenas rápidas. Elija un cheddar maduro para obtener el máximo sabor con una pequeña cantidad. El parmesano, de sabor fuerte, se combina bien con las pastas y los platos a base de tomate. Los quesos azules derretidos agregan sabor a las recetas con pollo. El queso mozzarella es muy buena opción para pizzas y pastas, y los quesos blandos son útiles para untar y para preparar salsas y rellenos. Los paquetes de queso cheddar o mozzarella rallados que vienen envasados ahorrarán tiempo. La crema de leche se usa tanto para enriquecer sopas, guisos o salsas como para postres.
5. Frutas desecadas, nueces y semillas, además de las pasas de uva, opte por las frutas desecadas, como ciruelas, damascos y mangos, para comer en el momento. Son tiernas y jugosas y no necesitan remojo previo, por eso se pueden consumir directamente del envase. Existe una amplia variedad de frutas secas, sin sal, peladas, picadas o tostadas; y no olvide las semillas para agregar proteínas y un toque crujiente a ensaladas y salteados.
6. Carne para comidas rápidas, muchos cortes de carnes rojas o de ave se venden ya cortados en cubos, rebanados o picados para acortar los tiempos de preparación. También hay cortes magros de cocción rápida ideales para preparar salteados, a la parrilla o a la plancha. Los cortes de de preparación rápida son los filetes, las costillitas y el solomillo. Para ocasiones especiales, los escalopes de ternera son cortes magros y tiernos que se pueden cocinar tanto a la parrilla como en la sartén. El hígado es otra buena opción. Opte siempre por la carne picada magra, pida al carnicero que prepare los cortes deshuesando la carne, retirando la grasa, cortándolos en cubos o en filetes del tamaño que necesite, cuando se trata de aves, las pechugas deshuesadas y los muslos de pollo son muy versátiles.
7. Alimentos enlatados, ya están cocidos, de modo que calentarlos lleva pocos minutos y mantienen un buen nivel de nutrientes durante la vida útil del enlatado. Hay cada vez más opciones orgánicas y saludables, como los bajos en sodio, en azúcar o en grasas. Tenga siempre una reserva de pescados enlatados (como salmón, sardinas, caballa, atún o arenques) para preparar comidas fáciles; los mariscos enlatados, como mejillones, ostras o almejas, transforman al instante una tarta de pescado o una salsa para pastas. Las frutas y verduras en lata también son buenas alternativas cuando estos alimentos están fuera de estación, o lleva tiempo prepararlos (Las frutas son más saludables si están envasadas en jugo en lugar de almíbar). Es probable que las latas con salsa de tomates sean las más usadas en toda cocina.