Según datos de la Asociación Española de Pediatría, dos de cada 10 niños tiene algún tipo de alergia, siendo las más frecuentes las alergias alimentarias y alergias a pólenes y ácaros del polvo. Las familias que conviven con algún tipo de alergia saben que estas no se toman vacaciones, sino todo lo contrario: debemos prestar especial atención a ciertas épocas del año, como el verano o la Navidad, en las que se dan determinadas circunstancias que incrementan el riesgo de sufrir reacciones.
Te contamos cuales son las alergias más frecuentes en verano.
- Alergia a las picaduras de insectos
Aunque la mayoría de picaduras de insectos no tienen trascendencia más allá del picor, las picaduras de himenópteros (abejas y avispas) son, tras los alimentos, la causa más frecuente de reacción alérgica grave en niños.
Solemos asociar la alergia al polen a la estación primaveral. Peroen los meses estivales también hay plantas que polinizan, dependiendo de la región geográfica en la que se encuentren. También debemos prestar atención a las gramíneas de especies salvajes, que habitualmente encontramos en parques, bosques o prados. Mención especial merece el césped, que crece en prácticamente todos los lados y del que es imposible librarse si vamos a la piscina. Según la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) la alergia al césped puede producir reacciones diversas, que van desde síntomas nasales y/o oculares, hasta urticaria e incluso asma.
La alergia solar o fotosensibilidad se define como una reacción vascular superficial a la luz solar o a la luz ultravioleta. Se manifiesta en forma de ronchas, eccemas y picor tras un periodo largo de exposición solar.
- Alergia a los protectores solares
Los cosméticos, productos de higiene, perfumes y aceites esenciales también pueden ocasionar reacciones alérgicas en la delicada piel de los niños, al llevar sustancias en su composición susceptibles de provocar irritaciones, quemaduras y urticaria. En este sentido, los filtros químicos que contienen algunas cremas solares pueden provocar reacciones, al absorberse a través de la piel. Por el contrario, las cremas de protección solar con filtros físicos o minerales son toleradas con un índice muy superior por las pieles sensibles, pues el óxido de zinc y el dióxido de titanio -que son los ingredientes más habituales- no pueden ser absorbidos por piel.
- Alergia al cloro de las piscinas
Según la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), el cloro puede provocar efectos en las vías respiratorias, en los ojos y en la piel, especialmente en el caso de niños con dermatitis atópica, asma o rinitis alérgica, o tras pasar un tiempo prolongado en la piscina.
- Alergias alimentarias frecuentes en verano
Alergia al melocotón y a otras frutas de la misma familia cuyo consumo predomina en verano (paraguaya, nectarina, albaricoques, ciruelas…). Este tipo de alergia puede provocar reacciones graves e incluso anafilaxia. Otras frutas típicas del verano, como la sandía y el melón también pueden provocar alergia, aunque en menor medida.