Durante la etapa de embarazo, es generalmente escuchado: “Duerme ahora mientras puedas”… Ciertamente el sueño y el descanso están asociados a la salud y el buen estado de ánimo, dormir mal puede causar enfermedades, además hacernos sentir sin energías, de mal humor. ¿Ahora, se ha preguntado todo lo que puede afectar no dormir bien durante el embarazo?
Especialista en trastornos del sueño de la Clínica Cleveland, han analizado cómo cambia la dinámica del sueño a lo largo de los nueve meses del embarazo. En las primeras semanas las mujeres tienden a tener mucho sueño, mientras la placenta crece, muchas sienten una gran necesidad de hacer siestas e irse a la cama temprano. Lo más saludable es dormir todo lo que quieras. Para el segundo trimestre, puede terminar la necesidad “imperiosa” de dormir y pueden comenzar algunas dificultades, a medida que el bebé crece, en este período un gran factor puede alterar tu sueño: levantarse frecuentemente a orinar. Ya en el tercer trimestre, es cuando comienzan las verdaderas dificultades para dormir. Aunque las embarazadas se sientan muy cansadas, el sueño puede ser de mala calidad debido a los dolores de espalda, los movimientos propios del bebé, pueden aparecer calambres en las piernas, ganas de orinar frecuentes y urgentes, y el aumento de peso, entre otros factores.
Los ginecobstetras, recomiendan a las embarazadas No desesperarse. Se debe crear una rutina que alterne o considere tiempo para las siestas; tratar de desarrollar una rutina relajante a la hora de acostarte, quizás leer un libro, tomar un baño tibio o escuchar música relajante. Por otro lado, tomar mucha agua, ya que estar hidratada puede ayudar a reducir los calambres y acostarse de lado a la hora de dormir le puede ayudar a disfrutar de unas horas de sueño más reconfortantes.
