La primera semana del año representa especialmente para muchas personas una etapa de cambios, nuevos proyectos, y sobre todo el balance de metas y logros, pero también hace aflorar el recuerdo por la pérdida de un ser querido, muchas veces generando momentos incómodos.
Bernardo Stamateas, psicólogo y escritor argentino, considera que el duelo es un proceso “donde experimentamos varias emociones como paz, alegría, culpa”, y que se manifiesta en mayor en grado en cada ser humano. Los estados mentales que aparejan estos sentimientos, son diferentes, cada persona lo siente y manifiesta de manera diferente, es una realidad palpable para muchos, y debe ser la familia y los amigos el apoyo necesario para afrontar esos estados. Compartir el dolor, recordar los momentos compartidos con esos familiares ya ausentes, y sobre todo acompañar a los dolientes, será nuestro mejor apoyo.
“Hay que apoyarles en ese momento de recuerdo o de tristeza. El dolor no se supera, sino que se transforma. Nosotros somos nuestras alegrías y dolores. No hay que culparse por lo que pasó y hay que entender que la muerte de un ser querido es un momento disruptivo, porque hay un cambio en las cuestiones trascendentes”, apunta Stamateas en sus redes sociales y artículos publicados.
