Las visitas de nuestros niños a las oficinas médicas siempre les generan stress, ya sea en una consulta con su medico primario, con el odontólogo, o una visita de rutina, algunos niños puede manifestar miedo y desconcierto, incluso llegan a preocuparse cuando saben que “irán al médico”. Entre las sentimientos mas comunes que ellos pueden experimentar está el temor a que los padres los dejen en el consultorio y esperen en otra sala, el miedo a la separación durante los “exámenes misteriosos” es muy frecuente en niños menores de 7 años, aunque para los niños mayores esto también pueden ser una preocupación.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos?
1. Prepare a los niños avisándoles que visitarán al médico para que no los tome por sorpresa, cuando le explique el motivo de la visita, hable del médico de forma positiva. Proporciónele seguridad explicándole que usted estará en el consultorio en todo momento, su hijo se sentirá más seguro si sabe qué está ocurriendo y por qué.
2. Anime a sus hijos a expresar y después a abordar sus miedos, crear en ellos la disposición y el ejercicio de la comprensión es la mejor forma de enfrentarlos a sus temores; explíqueles de que se trata, cual será el procedimiento y por qué es necesario hacerlo. Si el motivo de la visita será un control de salud habitual, explíqueles que se trata de una visita de rutina y déjeles saber que los niños sanos también van al médico.
3. Es importante que los padres les hagan saber a los niños que lo que les enseñaron sobre la privacidad de sus cuerpos sigue siendo cierto, pero que los médicos, los enfermeros y los padres a veces deben examinar todas las partes del cuerpo. Pero remarque que estas personas son las únicas excepciones. Tal vez, los adolescentes prefieran que los examinen sin que estén presentes sus padres o únicamente con la presencia de un padre o una persona del mismo sexo, se recomienda respetar esta solicitud.
