A poco más de años de aparecer los primeros casos y regulaciones sanitarias asociadas a la pandemia del Coronavirus, algunas personas observan como positivo mantener algunas prácticas de prevención, como el distanciamiento social para ciertos lugares muy concurridos o en espacios cerrados y el uso de la mascarilla, a pesar de estas últimas haber pasado a un rango de exigencia mucho menor, o incluso ya no exigidas por las autoridades sanitarias.
Para quienes busquen respuestas a sus interrogantes sobre personalmente mantener estas medidas o no, un grupo de expertos opina dónde y cuándo quitarse el cubre bocas con seguridad y en dónde es mejor llevarlo.
Si usted tiene inmunidad comprometida, por ejemplo, o vive con alguien que la tiene, es una buena idea seguir usando una mascarilla y mantener la distancia social con los extraños, especialmente en áreas interiores con aire estancado donde el virus puede acumularse. Las mascarillas también son importantes en los hospitales, donde hay muchas personas vulnerables. Si las tasas de infección en el lugar donde vives son elevadas, lo que ha ocurrido prácticamente en todas partes durante la última oleada de la variante Ómicron, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades siguen recomendando el uso de mascarillas en la mayoría de los espacios interiores. Pero en muchas situaciones, la decisión de llevar una mascarilla se convierte en algo personal.
Hay pocas pruebas científicas que demuestren que cubrirse la cara ofrezca mucha más protección en espacios exteriores, como las aceras o los parques, y en lugares donde el uso de la mascarilla es opcional, se aconseja tener en cuenta las dimensiones del espacio, las multitudes y el flujo de aire.
