Sin dudas la edad, los turnos y cargas de trabajo, y otras condiciones emocionales pueden influir sobre las horas que destinamos a la actividad del sueño. Algunos prefieren dormir menos, otros dormir más, según su reloj interno; sin embargo el Houston Methodist Hospital, establecido en Texas desde 1919, ha determinado en un reciente estudio que quienes son más proclives a levantarse temprano pueden obtener, por ejemplo, mayores logros académicos, en tanto los noctámbulos tienen más probabilidades de tener menor rendimiento en general.
“Si eres una persona matutina, tu cerebro estará más alerta por la mañana y en general, aprovecharás esta energía y concentración para realizar las tareas”, explica la doctora Doha Ayish, neuróloga del citado hospital.
En un ciclo controlado de 24 horas, regulando factores como el hambre, las ondas cerebrales, el estado de ánimo y, por supuesto, el ciclo de sueño-vigilia, lo que el cerebro dicta a las personas es que se levanten temprano, porque podrá para funcionar mejor durante las primeras horas de la mañana. Quienes son más proclives a levantarse temprano pueden obtener, por ejemplo, mayores logros académicos, mejoraran su estado anímico, y aumentaran su capacidad de concentración; en tanto los noctámbulos tienen más probabilidades de tener menor rendimiento en general. Las ventajas de ser una “persona mañanera” superan a quienes se quedan despiertos regularmente hasta la madrugada.
