¿Dónde encuentran fuerzas? ¿Dónde van cuando necesitan ayuda? Estas cuestiones se resuelven de forma distinta para cada paciente. No es lo mismo saber que padeces una enfermedad terminal, una enfermedad crónica con la que puedes convivir o sufrir un accidente que ha cambiado para siempre tu movilidad. Lidiar con el dolor es distinto y la esperanza es diferente para cada uno de ellos.
Cuando estamos muy enfermos, sentimos que no estamos hechos para el mundo. La salud mental se resiente, el malestar impide tener ánimo para realizar cualquier actividad. ¿Dónde buscamos la esperanza entonces?
Al enfrentarse a una enfermedad terminal -o potencialmente terminal-, la mayoría de las personas suelen relacionar la esperanza con un tratamiento o cura tangible que pueda prolongar la existencia. Parte de esta esperanza ilógica puede derivar de la información inapropiada que dan los profesionales sanitarios a los pacientes cuando les dan malas noticias.
Encontrar consuelo y fortaleza en la enfermedad puede ser de gran dificultad y un gran reto para quienes están pasando por el dolor y la incertidumbre más cruel: la de si sobrevivirán o no.
En un estudio realizado a casi 400 pacientes de 18 a 90 años se llegó a la conclusión que lo que da esperanzas a los enfermos puede variar mucho de una persona a otra, pero en realidad podemos encontrar también una serie de factores de esperanza que se suelen repetir de una persona a otra como por ejemplo, alguien con quien compartir pensamientos, muchos encuentran esperanza en familiares y amigos.
En algo “allá arriba” Lo que más sorprendió a los investigadores fue que muchos de los que dijeron que encontraron esperanza en sus seres queridos también dijeron que encontraron esperanza en algo espiritual.
En la naturaleza se olvidaron de sus propios problemas. Palabras como calma, paz y consuelo describen cómo encontraron esperanza al aire libre.
En sí mismos. Aquellos que encontraron esperanza en amigos y familiares, la naturaleza o el universo, a menudo encontraron esperanza en varias de estas fuentes al mismo tiempo. Tenían la confianza de que algo o alguien podía ayudarlos.
