Un estilo de vida poco saludable, sedentario, una alimentación desproporcionada y poco balanceada, la consecuencia la genética, el estrés y otros hábitos inciden directamente en el peso corporal de las personas, sin embargo esta relación proporcional “se fortalece” con el paso de los años, y traen aparejadas enfermedades prevenibles como la diabetes, la hipertensión, y otras afecciones cardiovasculares.
El sobrepeso y la obesidad es un problema que afecta a varios sectores de la población en un rango entre las edades de los 10 años hasta los 50, fundamentalmente; por ejemplo encuestas nacionales de salud y nutrición realizadas en 2021 resaltó que el 58% de los mayores de 18 años de edad son inactivos físicamente, y de los que realizan algún tipo de ejercicio el 40% de ellos no lo llevan a cabo en la cantidad suficiente como para obtener realmente beneficios para su salud. El problema principal no es un asunto solamente estético, como resalta la Clínica Mayo, la preocupación aumenta ante el riesgo de padecer incluso algunos tipos de cáncer.
Comience por pequeñas modificaciones en su estilo de vida, así puede contribuir a evitar un problema mayor:
1. Realizar actividad física diariamente y poder lograr un balance energético (de lo que comemos, bebemos y gastamos con el ejercicio) podría mejorar la calidad de vida de las personas que viven con obesidad y sobrepeso.
2. La Organización Mundial de la Salud recomienda que la actividad física en hombres adultos sea en promedio de 5.5 horas a la semana, mientras que para las mujeres se reduce a 4.5 horas. Esto quiere decir 45 minutos diarios de ejercicios pueden aportar beneficios a la salud.
3. Controle la ingesta de calorías, alimentos ricos en azúcares, harinas y sal, comidas muy condimentadas y ricas en grasas de origen animal.
