Hablamos de alimentación consciente para referirnos a un estilo de vida que pretende alimentarnos prestando atención plena a nuestro cuerpo y a los factores que influyen en el mismo, así como también, a las señales que emite el mismo.
1. Sentarnos siempre para comer. Comer siempre sentados a la mesa puede conducir nuestra atención fácilmente hacia lo que estamos comiendo, así como también facilita la interpretación de la ingesta como tal e incentiva la saciedad. Es decir, si comemos siempre sentados y con la comida frente a nosotros lograremos que nuestro cuerpo tome más conciencia de lo que consume, en comparación con ingestas haciendo otras actividades o de pie.
2. Pensar antes de comer. Escuchar a nuestro cuerpo resulta una premisa fundamental para lograr una alimentación consciente. Por lo tanto, antes de comenzar con la búsqueda de alimentos o bien, de ingresar bocado a nuestra boca, resulta clave detenernos unos pocos segundos y pensar. Diferenciar hambre de apetito, o hambre psicológica de hambre fisiológico, resulta de gran ayuda para escoger a conciencia qué comer para calmar las señales de nuestro cuerpo y satisfacerlo sin descuidar la salud.
3. Llevar un diario o registro de alimentos. Para favorecer la toma de conciencia acerca de lo que comemos y sus respectivas cantidades puede ser de mucha ayuda (sobre todo en nuestros inicios) llevar un diario o registro de alimentos, podemos acudir simplemente a papel y lápiz o bien, utilizar aplicaciones móviles que nos ayuden a registrar todo aquello que comemos y sus cantidades con horarios.
4. Evitar distracciones al comer. Resulta fundamental evitar el ordenador, el móvil o la televisión durante la ingesta de alimentos que desvían nuestra atención y favorecen un consumo inconsciente o poco controlado. Por ello, resulta fundamental evitar los distractores al comer de manera tal de concentrarnos en lo que nuestro cuerpo experimenta y en lo que estamos ingresando al organismo.
5. Masticar bien y comer despacio. Disfrutar de lo que comemos también es parte de una alimentación consciente y para ello, recomendamos comer despacio saboreando bien cada bocado y masticando bien, de manera tal de enlentecer la ingesta de alimentos y de esta forma promover señales de saciedad y el ingreso de cantidades apropiadas de alimentos a nuestro cuerpo. Al comer despacio, también favorecemos la toma de conciencia acerca de lo que comemos y las cantidades ingeridas. Estos son cinco hábitos que pueden ayudarte a lograr una alimentación más consciente y a proteger la salud del organismo con una dieta de calidad.
Todos los derechos reservados. Cualquier forma no autorizada de distribución, copia, duplicación, reproducción, o venta (total o parcial) del contenido de esta web, tanto para uso personal como comercial, constituirá una infracción de los derechos de copyright.
Derechos reservados por Buenas Nuevas Network.