Las emociones negativas son aquellas que producen malestar psicológico o algún grado de discomfort, casi siempre manifiestas como parte de nuestras interacciones diarias, las más comunes son el miedo, la ira, la tristeza o la ansiedad; en la medida que seamos capaces de definir su origen para incidir sobre ellas, aprenderemos cómo gestionarlas retomando el control sobre nuestros estados de ánimo.
“Reconocer – Aceptar – Transformar”.
Para poder gestionar las emociones negativas, el primer paso es reconocerlas, todos podemos expresar nuestras emociones, pero esto no tiene que ver con expresar sino con reconocer el principio que “desencadena” esa emoción negativa; reconocer la causa y cómo tu emoción afecta a tu comportamiento es un paso muy importante para aprender a manejarla. Una vez descubierta la causa, podremos incidir sobre ella, sin culpas, sin falsas derrotas, no puede cambiar esa sensación emotiva, pero puede aceptarla, convivir con ella y además, aprender qué hacer para pasar a la acción y encontrar la manera de sentirte mejor. Las emociones negativas suelen no quedarse para siempre, son temporales; las emociones no definen a una persona, así que aceptalas, transformalas, debes permitirte hacerlo, incluso si no es la mejor sensación, eso te ayudará a crecer internamente. Inténtelo.
