Salud y Vida

Estiramientos y su importancia a medida que pasan los años.

La practica de ejercicios previenen malas posturas y lesiones, mejoran la capacidad física y reducen el estrés, además de brindar otros beneficios para los adultos mayores. Te mostramos algunos estiramientos básicos

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A medida que las personas envejecen, ser ágiles y activas gana relevancia, ya que el cuerpo empieza a perder flexibilidad como parte de un proceso natural. Cuando se cumplen entre 30 y 40 años, el fluido que lubrica y amortigua las articulaciones (líquido sinovial) tiende a desaparecer, con lo cual se vuelven más rígidas. Pero eso no es todo, ya que, a medida que pasan los años, los músculos, tendones y ligamentos también tienden a encogerse y tensarse, situación que restringe aún más la amplitud de los movimientos.

Estos efectos del envejecimiento, junto con afecciones como la artritis, los años de encorvarse sobre el ordenador o los movimientos repetitivos de la jardinería, pueden restar flexibilidad y reducir la amplitud de movimiento. Además de causar dolor de espalda y otros dolores cotidianos, está inflexibilidad puede dificultar la realización de tareas cotidianas, como recoger un tenedor que se ha caído al suelo o girar el cuello para mirar por encima del hombro mientras se conduce.

Los trabajos de estiramiento pueden realizarse antes o después de hacer ejercicio, pero lo cierto es que por sí mismos son ejercicios que se pueden ejecutar en cualquier momento, aunque no se haya hecho previamente otra actividad. Pese a que cada persona fija la tensión en zonas distintas, la mayoría puede beneficiarse de un impulso de flexibilidad en los isquiotibiales, los hombros y el cuello. Es por eso que estos estiramientos, realizados tres veces en cada lado durante 10 a 60 segundos, pueden aflojarlos:

1 – Isquiotibiales: sentarse en el borde de una silla y extender la pierna derecha hacia fuera, con el talón en el suelo. Manteniendo la espalda recta, inclinarse hacia delante y extender la mano derecha hacia el pie derecho. Cuando los isquiotibiales se estiren, detenerse y aguantar.

2 – Hombros: de pie, sujetar una toalla pequeña con la mano derecha y lanzarla sobre el hombro derecho. Llevar la mano izquierda a la espalda para agarrar la parte inferior de la toalla. Tirar hacia abajo de la toalla con la mano izquierda hasta sentir tensión en el hombro derecho y en la parte superior del brazo.

3 – Cuello: sentado con la columna vertebral recta, los hombros hacia atrás y los pies apoyados en el suelo, girar la cabeza hacia un lado, intentando estirar la barbilla hacia el hombro. Mantener la postura cuando se sienta el estiramiento.



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