Parece una afirmación extraída alguna película de ficción, pero en verdad no, es real. Científicos de la Universidad de Yale y Oxford, han comprobado la relación que existe entre la practica habitual de ejercicios físicos y el sentimiento de la felicidad; a medida que ejercitamos mas nuestros cuerpos, experimentaremos más vitalidad y por lo tanto bienestar en todas las esferas, incluida la cognitiva, que implican el uso de la memoria, la atención, la percepción, la creatividad y el pensamiento.
Al practicar deportes, acomodando las necesidades del cuerpo y el organismo, la percepción se modifica, se estimula la circulación, la capacidad pulmonar, se generan endorfinas y mejora el estado de ánimo. El deporte de alta intensidad como el andar en bicicleta o practicar spinning, ayuda a la segregación de sustancias químicas llamadas opioides endógenos, que son las mismas que intervienen en la percepción tanto del dolor físico como del dolor emocional por lo que dicha actividad, aumenta nuestra capacidad de ser feliz y combatir momentos de tristeza profunda o de depresión.
El ejercicio es un hábito saludable por excelencia, cuando forma parte de nuestra vida, favorece otros hábitos que se convierten en una cadena de salud física, mental y emocional ya que una cosa llevará a la otra, estableceremos hábitos saludables de alimentación, combatiremos el estrés y fortaleceremos nuestras relaciones sociales. El ejercicio te hace mucho más consciente de cómo marchan otras áreas de nuestra vida.
