Los casos y noticias relacionados con la pandemia del coronavirus han mostrado sino un retroceso, al menos uno propagación mas discreta, por todo Estados Unidos y en muchos lugares las mascarillas “salen de circulación”, aun cuando en su momento parecía que no seria así. En el hemisferio norte, se aprecia un clima más cálido, y aunque no se ha declarado el fin de la pandemia, después de vivir en modo de sobrevivencia durante los últimos dos años, algunos dirían que entramos en una “nueva temporada”.
La llegada de la primavera aunque no suponga el fin de la pandemia, la inestabilidad económica, la crisis del cambio climático, y otros asuntos pendientes, puede servir como un punto natural para hacer un balance de nuestro bienestar mental y volver a conectar con las cosas que nos brindan propósito y alegría, ofreciendo a nuestros cerebros un “respiro” cuando sea posible. Paul Napper, consultor de psicología para líderes empresariales, escritor y motivador recionocido, considera que el cambio de estación, pudiera representar una nueva opción a elegir: “Siempre se puede elegir. Puede que no sea una gran elección incluso, pero examinar tus opciones te ayuda a adaptarte a tus circunstancias”.
Los seres humanos que conservan una “mente mas clara” podrán llegar a la toma de decisiones en consonancia con los valores reales, intereses y objetivos propuestos; luchar contra el estrés, la ansiedad global debido a la pandemia y la sobrecarga emocional, nos ayudara a convertirnos en seres mejor adaptados a nuestras circunstancias. “Ser humano, sobre todo ahora, es estresante, pero si pensamos en lo degenerativo que es el estrés y lo perjudicial que es para el cuerpo, necesitamos algo que nos ayude a mitigarlo”, dice Nkechi Njaka, guía de meditación en San Francisco con formación en neurociencia.
Aprovechar los momentos del día para compartir oportunidades para relajarse, meditar y tener un tiempo de enriquecimiento personal y familiar, debe ser una practica que debe empezar a formar una rutina diaria. Los estudios científicos han demostrado que el manejo de las emociones puede mejorar el bienestar, reevaluar continuamente cómo invertimos nuestro tiempo y la energía y decidir si vale la pena.
