Si bien nacemos con una preferencia innata por el sabor dulce, es importante saber que los azúcares libres o añadidos son un componente evitar o reducir al máximo en la dieta habitual, pudiendo utilizar en su reemplazo edulcorantes. Sin embargo, también es importante no abusar de estos últimos, sino que, dejamos muchas razones por las que también es buena idea recortar su ingesta. A continuación, te contamos por qué.
Los edulcorantes ofrecen nulo aporte energético con sabor dulce o muchas menos calorías que el azúcar, la miel o los siropes, no obstante, nuestro cuerpo asocia el sabor dulce con energía, que al no ser brindada por los edulcorantes se busca por otra vía. Por esta razón quizá, se ha asociado el consumo de edulcorantes con mayores niveles de neurotransmisores que elevan el apetito y reducen la saciedad.
Favorecen alteraciones metabólicas que perjudican la salud, hay estudios que vinculan su consumo a un mayor peso corporal y acumulación de grasa en el organismo, puede afectar negativamente el funcionamiento del hígado alterando el poder de desintoxicar al organismo o de eliminar toxinas, propio de este órgano y podría aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.