“Cuando las madres tienen estos tipos de pensamientos, quizá piensen que a su bebé le pasa algo, y que no se lo pueden decir a nadie debido a las terribles consecuencias para ellas y sus bebés”, comentó la Dra. Nichole Fairbrother, investigadora principal y profesora clínica asociada del departamento de psiquiatría de la Universidad de Columbia Británica.
Definido como una afección relacionada con la ansiedad, cuando una persona tiene pensamientos indeseados y angustiantes de forma recurrente, que puede interferir con la crianza, las relaciones y la vida diaria, el TOC es más común entre las madres primerizas y con frecuencia se ve fomentado por preocupaciones, a veces infundadas, sobre cosas que podrían suceder a los hijos recién nacidos.
Según un estudio de investigadores canadienses, se asegura que más de la mitad de la madres con partos primerizos, ocultan estos rasgos, y que en otros casos quizá no se detecte si no se les pregunta específicamente sobre el daño potencial a sus bebés. Los investigadores encuestaron a 580 mujeres durante el tercer trimestre del embarazo y los seis meses posteriores, con hallazgos que mostraron que un 8 por ciento de las madres primerizas reportaron síntomas que cumplían los criterios de un diagnóstico de TOC en algún momento durante el embarazo, y un 17 por ciento los presentaban en las 38 semanas posteriores al parto.
