Conocido por todos, el sedentarismo ocasiona efectos negativos a corto, mediano y largo plazo sobre la salud del organismo pudiendo impactar no solo a nivel físico sino también, a nivel mental dejando consecuencias a largo plazo. Desde los últimos años se ha visto un incremento de los comportamientos sedentarios en varios grupos de edades, incluso los que no tienen asociados enfermedades o condiciones de base, por ejemplo la actividad física en poblaciones jóvenes, de ambos sexos, ha disminuido y al mismo tiempo se aprecia un empeoramiento en la salud mental de algunos de ellos, según estudio publicado recientemente.
Consumir demasiado tiempo sentado con el móvil, ver televisión durante horas interminables, u otras actividades sedentarias asociadas a los juegos electrónicos, aumenta el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Datos recopilados semanalmente de más de 2300 adultos estadounidenses observan una interacción significativa entre el tiempo que se pasa sentado y los síntomas depresivos, siendo mayor la incidencia de éstos últimos en personas que más tiempo sedentario presentan. El tiempo utilizado frente a la pantalla se asoció negativamente con una salud mental positiva y por el contrario, se asocia positivamente con síntomas de depresión y de ansiedad, a su vez el tiempo que se consume sentado sin realizar ninguna actividad se vínculo negativamente con una salud mental positiva.
Todo esto permite concluir que el sedentarismo puede afectar mucho más que a la salud física, siendo un factor de riesgo para empeorar la salud mental, es importante no olvidar que cambios rápidos en los niveles de actividad física o sedentarismo, pueden impactar sobre la salud mental y emocional dejando consecuencias a largo plazo. La investigación reveló que adecuados niveles de actividad física resultan fundamentales para nuestra salud mental y que cuándo por alguna razón, estos comportamientos se modifican, deben prevenirse síntomas de depresión o ansiedad.
