Hemos sido creados para estar conectados: conectados con nuestro creador y con nuestro prójimo. Dios nos ha hecho seres relacionales, y es por eso que necesitamos conectarnos con otros.
Rene Spitz fue un psiquiatra austríaco que estudió el comportamiento y desarrollo de bebés y niños en orfanatos y prisiones. A través de sus estudios realizados alrededor de los años ‘30 descubrió que los bebés y niños podrían morir si no se conectaban con otro ser humano, aun si recibieran una nutrición adecuada, buen cuidado médico, aislados de virus y contagios, pero lejos del contacto humano. El comparó el desarrollo de bebés que permanecían en un hospital-orfanato esterilizado en Rumania en comparación con bebés en prisiones que permanecían con sus madres. El resultado fue que 37 % bebes en hospitales murieron y el resto presentó dificultades de desarrollo y enfermedades. Los bebés dejados con sus madres en la prisión se desarrollaron mas robustos, crecieron rápido y sin dificultades, y ninguno murió.
Fuimos creados para vivir en comunidad. Mateo 2:18 dice “No es bueno que el hombre este solo”. Lamentablemente esta pandemia que estamos viviendo, no solo ha afectado la salud física de la población, sino que ha afectado a la sociedad trayendo enfermedades mentales, psicológicas y sociales, originadas por el aislamiento, la separación de las familias, y la falta de comunión social entre las personas. Incluso se ha comprobado que la falta de conexión entre las personas, la soledad y el estrés que ha traído el temor a la enfermedad, hace que nuestro sistema inmune se vea afectado y disminuya su capacidad de resistir a la enfermedad, logrando que muchos se contagien del tan temido virus.
Quiero animarte a ser practico e intencional en estos días, y volver a conectarnos nos solo con Dios nuestro creador, sino con nuestro prójimo. ¿Cómo podemos evitar el distanciamiento emocional y espiritual, en tiempos de distanciamiento físico?
- Comunícate mas de lo normal. Se intencional. Llama por teléfono, chequea a tus amigos y familia mas seguido. Preocúpate por otros. Cómprale un mercado a tu vecino y déjaselo en su puerta con una nota con un versículo. Envía por correo un detalle a tus amigos. Bendice. Usa el teléfono, no solo para enviar un texto sino para que tu voz sea oida. Tu calida voz puede hacer la diferencia en la vida de una persona.
- No seas observador, sino participador. Hoy día muchas reuniones y aun los servicios en la iglesia se están realizando en línea. Envuélvete en los grupos en línea (Zoom) Invita a tus amigos a esas reuniones. ¡Haz una invitación personal! ¡Apoya tu iglesia! Crea un watch party. Si tienes la posibilidad de salir, toma un café con un amigo cada semana. Ponlo en tu agenda.
- Se protagonista. ¡Toma la iniciativa! ¡No te escondas! No uses la pandemia como excusa para aislarte, para no congregarte, para dejar de relacionarte con tus amistades. Se precavido y cuídate, pero no permitas que el temor te paralice. ¡Recuerda que caminamos por fe!
Mateo 5:14-15 dice: 14 »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa.
¡Es tiempo de ser esa luz, de dejar de estar escondidos y traer esperanza y animo!¡Nuestra comunidad nos necesita! ¡El mundo esta desesperanzado y esta es la MEJOR OPORTUNIDAD PARA PRESENTARLES A JESUS!
Amigo, te desafío a que tomes la iniciativa y te conectes. ¡Tu influencia puede llegar lejos! Seamos la iglesia, la iglesia que conecta, la iglesia que ama, la iglesia que abraza, la iglesia que se comunica. No te escondas. Actívate y conéctate!
Pastora Patricia Angelica
Iglesia Ciudad
www.iglesiaciudad.org